DISUEÑOS... diseñando sueños
lunes, julio 30, 2007
domingo, julio 29, 2007
La lección de Homero...
Computación elemental...
Lo real...
viernes, julio 27, 2007
Encuentro con el Dr. Joaquín Gairín...
jueves, julio 26, 2007
Nicanor Parra: Los Profesores...
El discurso de Guaicapuro Cuatémoc...
Discurso de un supuesto cacique reinvindicador de la deuda externa latinoamericana circula como leyenda repetida por Internet.
Cada cierto tiempo llega a mi correo el famoso discurso del Cacique Guaicaipuro Cuatémoc realizada ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea en el 2002. Sin embargo, no existen antecedentes fidedignos que validen dicha intervención. Algunos sólo citan el discurso, otros la ubican en febrero, abril o septiembre de 2002, en Valencia, otros en Barcelona. No se hace mención el nombre de los Jefes de Estado que estuvieron presentes. Tampoco el origen étnico del supuesto cacique ni del porqué fue elegido para intervenir. No hay registros auditivos, fotográficos ni video. Google contiene 943 referencias imprecisas de su existencia. Una de las páginas habla de “un cacique de una nación indígena de América Central”. Es la referencia más precisa.
Esto indica que, a pesar del contenido del discurso, autodenominado “La Verdadera Deuda Externa”, sólo existió en una anónima mente que buscaba hacer presente un antecedente de la económica desigualdad existente. Escondido en un supuesto cacique centroamericano. Para pensar que no todo que aparece Internet es verdad.
El supuesto discurso dice:
Señores:
Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatémoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se encontraron hace quinientos años.Aquí pues nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros, sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses.Consta en el Archivo de Indias. Papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil Kg. de oro y 16 millones Kg. de plata provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron al Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro de 'destrucción de las Indias', o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos. ¡No! Esos 185 mil Kg. de oro y 16 millones Kg. de plata deben ser considerados como el primero de muchos préstamos amigables de América destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir su devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaicaipuro Cuatémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis.
Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las 'batallas de Lepanto', en 'armadas invencibles', en 'terceros reichs' y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá pero sin canal.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar. Y nos obliga a reclamarles, por su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos.Al decir esto aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de 20%, y hasta 30%, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de 10% anual, acumulado sólo durante los últimos 300 años.
Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 180 mil Kg. de oro y 16 millones Kg. de plata, ambas elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total de la Tierra. ¡Muy pesadas son esas moles de oro y plata!
¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.Pero sí exigimos en forma inmediata la firma de una 'carta de intención' que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente; y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta.
Pero no podrán.
Porque esa bala es el corazón de Europa.
Fuentes:
http://www.bnjm.cu/librinsula/2004/octubre/41/documentos/documento142.htm
domingo, julio 22, 2007
Definitivo: el sol es azul...
Las imágenes son producto de una investigación realizada por la Universidad de Gales (Reino Unido), en colaboración con la NASA. Y podemos apreciarlas desde la página oficial de ésta. Además, para observar realmente los detalles, se ha elaborado un video con las imágenes obtenidas. El cual podemos verlo desde el siguiente enlace.
Anónimas amenazas flaites...
sábado, julio 21, 2007
Serendipia...
Una serendipia es un descubrimiento científico afortunado e inesperado que se ha realizado accidentalmente.
La historia de la ciencia está llena de serendipias, por ejemplo, Einstein reconoce esta cualidad en algunos de sus hallazgos. También existen casos de serendipias en obras literarias, cuando un autor escribe sobre algo que ha imaginado y que no se conoce en su época, y se demuestra posteriormente que eso existe tal como lo definió el escritor, con los mismos detalles. No se debe confundir con la anticipación o la ciencia-ficción, donde se adelantan inventos mucho más genéricos que casi todo el mundo cree que probablemente existirán algún día.
El término serendipia deriva del anglosajón serendipity, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento persa del siglo XVIII llamado «Los tres príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip (que era el nombre árabe de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka), solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades.
La palabra serendipia se usó mucho en sus orígenes, pero fue cayendo en desuso. Ha sido rescatada recientemente gracias al renovado interés en este tipo de asuntos y a otros motivos culturales (hay una película reciente con este nombre). El término chiripa, mucho más utilizado en lenguaje coloquial, podría considerarse también como un sinónimo de serendipia.
También se habla a veces de las seudoserendipias, en las cuales el investigador, tras haber investigado mucho sobre algo sin obtener resultados, consigue finalmente su objetivo, pero a causa de un accidente fortuito o una revelación.
Srendipias famosas:
Según Umberto Eco, el mismo Descubrimiento de America (la "genialidad" de Colon) sería una serendipia.
A mediados del siglo XIX, se intentó buscar un material para sustituir el marfil de las bolas de billar. En 1870, John Wesley Hyatt, un inventor de Nueva Jersey, estaba prensando una mezcla de serrín y papel con cola, porque creía que así conseguiría el nuevo material. Pero se cortó un dedo, y fue a su botiquín. Sin querer, volcó un frasco de colodión (nitrato de celulosa disuelto en éter y alcohol). Esto provocó que quedara en su estantería una capa de nitrocelulosa. Al verla, Hyatt se dio cuenta de que este compuesto uniría mejor su mezcla de serrín y papel, en lugar de la cola. De este modo se inventó el celuloide.
En 1922, Alexander Fleming estaba analizando un cultivo de bacterias, cuando derramó accidentalmente una lágrima sobre el plato que lo contenía. Al día siguiente descubrió que donde había caído la lágrima había un hueco, lo cual le hizo sospechar que las lágrimas pudiesen tener alguna propiedad, y de hecho consiguió extraer una enzima que eliminaba las bacterias sin dañar el tejido humano. Había descubierto sin querer la lisozima, un antibiótico que mataba bacterias, pero no a los glóbulos blancos (que es lo que hacía el fenol usado hasta esa época).
Friedrich Kekulé, químico, llevaba mucho tiempo intentando encontrar la huidiza estructura de la molécula de benceno. Simplemente, no se conocía una estructura de seis carbonos que tuviera las propiedades químicas que exhibía. Según cuenta él mismo en sus memorias, una tarde, mientras volvía a casa en autobús, se quedó dormido. Comenzó a soñar con átomos que danzaban y chocaban entre ellos. Varios átomos se unieron, formando una serpiente que hacía eses. De repente, la serpiente se mordió la cola y Kekulé despertó. A nadie se le había ocurrido hasta ese momento que pudiera tratarse de un compuesto cíclico.
Las famosísimas notas Post-it surgieron tras un olvido de un operario, que no añadió un componente de un pegamento en la fábrica de 3M. Toda la partida de pegamento se apartó y guardó, pues era demasiado valioso como para tiralo aunque apenas tenía poder adhesivo. Uno de los ingenieros de la empresa, hombre devoto, estaba harto de meter papelitos en su libro de salmos para marcar las canciones cuando iba a la iglesia. Los papelitos no hacían más que caerse. Pensó que sería ideal tener hojas con un poco de pegamento que no fuera demasiado fuerte y que resistiera ser pegado y despegado muchas veces. La vieja partida de pegamento malogrado acudió a su mente. Habían nacido las notas Post-it.
Niels Bohr llevaba mucho tiempo trabajando en la configuración del átomo. Tuvo un sueño en el cual vio un posible modelo de dicha configuración, y al despertar, lo dibujó en un papel, sin darle mucha importancia. Poco tiempo después, volvió a ese papel y se dio cuenta de que realmente había hallado la estructura del átomo.
El Principio de Arquímedes fue descubierto al introducirse en una bañera y observar como su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido; gritando entonces la famosa palabra: Eureka.
Fuente: www.wikipedia.org
El final de Condorito en la Sub-20...
martes, julio 17, 2007
Carta a la Maestra...
Fernando Savater* en "El valor de Educar"
".... Actualmente coexiste en este país el hábito de señalar la escuela como correctora necesaria de todos los vicios e insuficiencias culturales con la condescendiente minusvaloración del papel social de las maestras y maestros.
¿Que se habla de la violencia juvenil, de la drogadicción, de la decadencia de la lectura, del retorno a actitudes racistas, etc.?
Cualquiera diría por tanto que los encargados de esta enseñanza de tan radical importancia son los profesionales a cuya preparación se dedica mas celo institucional, los mejor remunerados y aquellos que merecen la máxima audiencia en los medios de comunicación. Como bien sabemos, no es así. La opinión popular da por supuesto que a maestro no se dedica sino quien es incapaz de mayores designios, gente inepta para realizar una carrera universitaria completa, y cuya posición socio económica ha de ser necesariamente ínfima.
Incluso existe en España ese dicharacho aterrador de "pasa más hambre que maestro de escuela"..." Y cuando se debaten presupuestos ministeriales, aunque de vez en cuando se habla retóricamente de dignificar el magisterio las mayores inversiones se da por hecho que deben ser para la enseñanza superior. Claro, la enseñanza superior debe contar con más recursos que la enseñanza... ¿inferior?.
Quienes asumen que los maestros son algo así como "fracasados" deberían concluir entonces que la sociedad democrática en que vivimos es también un fracaso. Porque todos los demás que intentamos formar a los ciudadanos e ilustrarlos, cuantos apelamos al desarrollo de la investigación científica, la creación artística o el debate racional de las cuestiones públicas dependemos necesariamente del trabajo de los maestros.
En el campo educativo poco se habrá avanzado mientras la enseñanza básica no sea prioritaria en inversión de recursos, en atención institucional y también como centro del interés público.
Hay que evitar el actual círculo vicioso, que lleva de la baja valoración de la tarea de los maestros a su ascética remuneración, de ésta a su escaso prestigio social y por tanto a que los docentes más capacitados huyan a niveles de enseñanza superior, lo que refuerza los prejuicios que desvalorizan el magisterio, etc.
Es un tema demasiado serio para que lo abandonemos exclusivamente en manos de los políticos, que no se ocuparán de él si no lo suponen de interés urgente para su provecho electoral: también aquí la sociedad civil debe reclamar la iniciativa y convertir la escuela en" tema de moda" cuando llegue la hora de pergeñar programas colectivos de futuro. Es preciso convencer a los políticos de que sin una buena oferta escolar nunca lograrán el apoyo de los votantes. En caso contrario, nadie podrá quejarse y no queda más que resignarse a lo peor o despotricar en el vacío.
Por decirlo con palabras de Juan Carlos Tedesco en "El nuevo pacto educativo" la crisis de la educación ya no es lo que era: "no proviene de la deficiente forma en que la educación cumple con los objetivos sociales que tiene asignados, sino que más grave aún, no sabemos que finalidades debe cumplir y hacia donde efectivamente orientar sus acciones".
En efecto el problema educativo ya no puede reducirse sencillamente al fracaso de un puñado de alumnos por numeroso que sea, ni tampoco a que la escuela no cumpla como es debido las nítidas misiones que la comunidad le encomienda, sino que adopta un perfil previo y más ominoso: el desdibujamiento o la contradicción de esas mismas demandas.
¿Debe la educación preparar aptos competidores en el mercado laboral o formar hombres completos?
¿Ha de potenciar la autonomía de cada individuo, a menudo crítica y disidente, o la cohesión social?
¿Debe desarrollar la originalidad innovadora o mantener la identidad tradicional del grupo?
¿Atenderá a la eficacia práctica o apostará por el riesgo creador?
¿Reproducirá el orden existente o instruirá a los rebeldes que pueden derrocarlo?
¿Mantendrá una escrupulosa neutralidad ante la pluralidad de opciones ideológicas, religiosas, sexuales y otras formas de vida (drogas, televisión, polimorfismo estético...) o se decantará por razonar lo preferible y proponer modelos de excelencia?
¿Pueden simultanearse todos estos objetivos o algunos de ellos resultan incompatibles? .
En este último caso ¿Cómo y quién debe decidir por cuales optar?
Cuando el número de preguntas y su radicalidad arrollan patentemente la fragilidad recelosa de las respuestas disponibles, quizá sea hora de acudir a la filosofía. No tanto por afán dogmático de poner pronto remedio al desconcierto, sino para utilizar éste a favor del pensamiento: hacernos intelectualmente dignos de nuestras perplejidades es la única vía para empezar a superarlas. Como individuos y como ciudadanos tenemos perfecto derecho a verlo todo muy negro.
Pero en cuanto educadores no nos queda más remedio que ser optimistas ¡ay! y es que la enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quién sienta repugnancia ante el optimismo, que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación.
Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas (símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos...) que pueden ser sabidos y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento.
Hablaré de el valor de educar en el doble sentido de la palabra "valor": quiero decir que la educación es valiosa y válida , pero también que es un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana.
Cobardes o recelosos, abstenerse.
Lo malo es que todos tenemos miedos y recelos, sentimos desánimo e impotencia y por eso la profesión de maestro -en el mas amplio sentido del noble término, en el mas humilde también- es la tarea más sujeta a quiebras psicológicas, a depresiones, a desalentada fatiga acompañada por la sensación de sufrir abandono en una sociedad exigente pero desorientada. De ahí nuevamente mi admiración por vosotras y vosotros. Y mi preocupación por lo que os-nos debilita y desconcierta."
Buenas noches. Ana
sábado, julio 14, 2007
viernes, julio 13, 2007
El olvido de lo infeliz...
Reuters - jueves, 12 de julio WASHINGTON (Reuters)
Los científicos han confirmado lo que la sabiduría común mantiene desde hace tiempo: que las personas pueden suprimir los recuerdos emocionalmente conflictivos, y dijeron el jueves que ahora habían esbozado el proceso cerebral responsable.
Los investigadores dijeron que sus hallazgos pueden llevar a ayudar a los pacientes con desórdenes postraumáticos por estrés o ansiedad a controlar sus recuerdos.
"Estás cerrando partes del cerebro que son responsables de almacenar memorias", dijo Brendan Depue, un estudiante de doctorado de neurociencia en la Universidad de Colorado que trabajó en el estudio. Dijo que su equipo descubrió que el centro emocional del cerebro también se cierra.
Para su estudio, Depue y sus colaboradores enseñaron a 18 voluntarios adultos a asociar fotos de caras humanas con imágenes de accidentes de coches o soldados heridos. Les enseñaron cada cara una docena de veces y se les pidió que recordaran u olvidaran la imagen angustiosa asociada con cada una de ellas.
Cuando trabajaron para bloquear una imagen particularmente negativa, y después miraron la cara una última vez, no podían identificar su pareja angustiosa en casi la mitad de las veces, según el estudio publicado en la edición del viernes de la revista Science.
Los científicos usaron un método de imagen cerebral denominada imagen de resonancia magnética funcional, o fMRI, que muestra la actividad cerebral en tiempo real, para supervisar lo que sucedía en el cerebro. Obtuvieron datos útiles de 16 personas.
En la prueba, estaba activada una zona del cortex prefontral - donde se controlan los pensamientos complejos y las acciones. Esto parece dirigir un descenso de la actividad en el cortex visual, donde se procesan las imágenes.
El hipocampo, donde los recuerdos se forman y recuperan, y la amígdala, el centro emocional, fueron desactivados posteriormente.
/Por Ishani Ganguli/