Velasquez y la DC...
Diario El Día de La Serena, www.diarioeldia.cl del 02-04-2006, escribió:
VELASQUEZ-DC, LUCES Y SOMBRAS DE UNA COMPLEJA PERMANENCIA
La renuncia a la Democracia Cristiana sólo fue el último episodio de tensión que el edil de Coquimbo ha experimentando al interior de colectividad donde la convivencia nunca ha sido fácil. Paralelamente se abre una interrogante sobre su futuro y cómo la falange enfrentará esta deserción.
Por Eleazar Garviso.
Si bien la renuncia del alcalde de Coquimbo, Pedro Velásquez, a la democracia cristiana sorprendió al mundo político, no lo fue para su círculo cercano y quienes venía analizando el distanciamiento que el edil tenía con la colectividad, sobre todo luego que fue procesado por fraude el fisco y negociación incompatible.
El ex concejal de Coquimbo Juan Alcayaga del Canto admite no extrañarse por la actitud adoptada por la autoridad. Puntualiza que lo que realmente le sorprendió “es que hubiera renunciado tan tarde a la DC. Pienso que fue injustamente tratado por la democracia Cristiana y se portó pésimamente como partido. Una tendencia siempre trata de echar abajo a los mejores elementos. Esto es como en el ajedrez, tengo que botar la torre más alta para avanzar y obviamente Pedro Velásquez es un icono en la DC. Era una amenaza para mucha gente, mueve personas y estas lo siguen”.
La decisión de Velásquez fue interpretada como una crítica y desafío a la mesa directiva encabezada por Adolfo Zaldívar. Sin embargo, el diputado Renán Fuentealba cree que el edil porteño se adelantó en su determinación. “Una persona que tiene absoluta convicción que nada ilícito ha hecho debiera aceptar la medida de la suspensión. El partido no le ha dado instrucciones a la fiscalía regional que lo impute de los cargos. Lo que debió hacer es esperar el resultado de este proceso y aceptar con dignidad y obediencia esa resolución, aún cuando no la compartiera”. Si con esta actitud, Velásquez habría enviado una señal negativa de culpabilidad, Fuentealba cree que “ sí, el error de Pedro es que esté enviando una señal errónea, espero que no sea así y que salga con éxito de este proceso y si así fuera, ojalá el se comprometiera a regresar al partido y recuperar su militancia”.
Alcayaga no siente que el detonante que motivó su marginación hubiese sido el proceso judicial que enfrenta la autoridad comunal “sino el sentirse abandonado, no hubo el apoyo y lo dejaron solo”.
SIN FRENOS NI CORTAPISAS
Aunque el edil siempre ha profesado un profundo respeto por el partido y sus principios, la estadía en la falange no fue fácil. Todo le ha costado. Este hecho surge al revisar los últimos 15 años de permanencia en la DC y las puertas que ha tenido que golpear para lograr ser considerado. Le ha sido muy complejo acceder a la primera línea de su partido. Si bien a nivel regional armó una potente red de colaboradores e incondicionales, esto no ocurrió en el ámbito nacional. Los ejemplos más claros estuvieron en los dos intentos que realizó para alcanzar la presidencia de la Asociación Nacional de Municipios de Chile y que terminaron en un serio revés.
El senador Jorge Pizarro afirma que este tipo de hechos no debe ser interpretado como una barrera a su carrera. “No existe nada en contra de Pedro, al revés, la gente siente cariño. Lo que pasa es que una cosa es Coquimbo, Ovalle y nuestra región y otra el país y los liderazgos de nivel nacional”.
El diputado Fuentealba, no cree que a Velásquez, se le haya frenado nada. “El ha optado por ser alcalde, mucho se ha dicho que tenía pretensiones de ser diputado, pero nunca las manifestó, expresó y concretó. Creo que a Velásquez no se le ha coartado absolutamente nada dentro del partido. El ha hecho una carrera en el ámbito municipal y la colectividad siempre lo ha apoyado y nunca le ha coartado esa opción. No creo que sea cosa de envidia, por favor”. En todo caso el senador Pizarro reconoce que al interior del partido “hay principes. Hay un estamb bliche que se cuida, protege y ayuda entre ellos, pero eso se produce en todas las organizaciones políticas y nadie se puede quejar por eso yo soy sólo Pizarro Soto y de Ovalle”.
El presidente provincial de la DC y concejal de La Serena, Yuri Olivares tampoco cree que ha existido un bloqueo a las aspiraciones de Velásquez, “la DC es un partido democrático en la cual se define la proyección de los militantes de manera representativa. Podríamos decir lo mismo respecto al por qué a Yuri Olivares no lo han dejado ser candidato por La Serena”.
El dirigente considera que si Velásquez quería dar un salto al parlamento, el distrito natural debió ser el Octavo, “ por donde hizo que se eligiera a Patricio Walker quien ya es una figura nacional y pudo haberse ido a otro distrito como Las Condes. Entonces, si alguien ha bloqueado las posibilidades al parlamento de Pedro, esa explicación se deben buscar en el mismo sector del alvearismo”.
En esa línea hay versiones que insisten que las operaciones para su estancamiento emergieron del mismo partido. En este aspecto, se indicó que el vuelo que estaba alcanzando Velásquez era visto con recelo por los propios parlamentarios, incluso de la zona. Se llegó a señalar que le podría hacer sombra en el futuro al propio senador Jorge Pizarro y diputado Patricio Walker.
Pizarro rechaza de plano este planteamiento y con fuerza afirma que manifestar una situación de estas características es no conocerlo a él ni al propio alcalde.
“Desde que empezó en política que lo vengo respaldando y el apoyo ha sido mutuo, porque me parece un tipo talentoso. Lo he respaldado desde que estaba en la juventud y vivía en la parte Alta y era un dirigente vecinal que no lo conocía nadie. Fui yo quien lo respaldó para ingresar al partido y para que postulara a concejal. Fui yo el que consiguió un acuerdo político para que lo nombraran alcalde y fui yo que lo defendí en su primera gestión cuando los concejales fueron cuestionados por el caso boletas. He sido yo el que lo ha respaldado en cada una de las decisiones”.
¿FUGA DE VOTOS?
Aunque no lo plantean públicamente, uno de los mayores temores en el falangismo es el impacto que puede sufrir la colectividad, sobre todo en Coquimbo. El diputado Fuentealba no lo niega. “Pedro Velásquez es una persona extremadamente conocida que lleva cuatro periodos y es un líder indiscutido de su comunidad y perderlo como alcalde me produce una sensación de pérdida”.
Es por ello que desde el punto de vista electoral la renuncia del edil ha provocado una serie de análisis respecto a la repercusión en el futuro, sobre todo frente a los pasos que podría dar. En la DC aún recuerdan que cuando el edil aseguró que no se presentaría a una nueva reelección el 2004 existía el claro temor de perder el municipio. En la oposición advierten en este hecho una oportunidad cierta de recuperar la Municipalidad de Coquimbo, aunque el presidente regional de Renovación Nacional, Emilio Lazo Aránguiz cree que no se deben sacar cuentas anticipadas. “Si el no fuese candidato igual hay que desmenuzar el perfil de su electorado porque a lo mejor ese grupo de personas no se siente interpretado por nosotros. Hay que hacer un análisis absolutamente racional y frío”, expresa.
Velásquez asegura que no se aburrió de la colectividad, pero si admitió que “con o sin juicio, suspensión o sin ella, este era un tema que se veía venir”.
¿Respecto a los pasos que dará próximo?. De partida desestimó la creación de un referente propio. “No, eso no está ni en la mente ni en el deseo. Lo que venga más adelante se hará con la mayor serenidad. Lo peor que podría hacer es un proyecto personal, sino que sería colectivo donde ojalá estemos todos juntos. Aquí no se trata de partido político porque hoy día hay movimientos muchos más fuertes”, precisó ayer.
DIFERENCIAS CON HISTORIA
A finales de los ’80 políticamente Velásquez era prácticamente un desconocido. Al interior de la Democracia Cristiana se le advertía como un entusiasta dirigente vecinal, pero aún le faltaba para ingresar a la primera división. De ahí que no sorprendió que, en principio, no fuese tomado en cuenta para integrar la lista que la DC presentaría para la elección municipal en 1992. Los dirigentes de la época habían optado por el ex regidor Víctor Salgado Anza y Nelsa Piñones. Sin embargo, en un viaje a Santiago, Velásquez logró revertir la situación y ser incluido como tercera opción. Lo que ocurrió posteriormente es historia conocida. En las urnas se transformó en el candidato de la Concertación más votado permitiéndole transformarse en alcalde. Este éxito lo repitió con creces en el 2000 y 2004. Sin embargo, a partir del tercer periodo alcaldicio e inició una fuerte campaña de desprestigio en su contra.
Desde ese momento comenzaron a pesar sobre él críticas de corrupción, que el avance experimentado había sido a base de pagar medios de comunicación, comprar favores y una serie de ataques personales. Estos hechos se difundían través de notas anónimas esparcidas en la comuna y filtradas a la prensa. Actualmente algunas causas están en los tribunales y se espera una resolución del proceso. Hasta ahora Velásquez no ha podido descubrir quiénes estuvieron detrás de los anónimos. “En política, uno no tan sólo es drogadicto, ladrón, homosexual, sinvergüenza, que tiene dos o tres mujeres, lo que duele es porque no dan la cara”, puntualizo en marzo del 2002.
Paralelamente el edil ha debido cargar con críticas por su mal genio y trato "altanero" hacia los funcionarios. No obstante, en reiteradas entrevistas ha sostenido que su norte y primera prioridad ha sido trabajar por la gente y en ese sentido se ha encargado de precisar que no está para caerle agradable a todo el mundo.
“No voy a cambiar por dos o tres que quieren que los trate con guante de seda y no hacen absolutamente nada por la comunidad. En esta municipalidad mi contrato es un yogur, tiene fecha de vencimiento y mientras tenga ese contrato, la gente se tiene que adaptar al sistema que le estoy imponiendo a la comuna, guste o no guste. En esta municipalidad, en un periodo, hubo mucho relajamiento. Cuando actualmente se empieza a fiscalizar a los funcionarios y revisar si las licencias son efectivas o no, indudablemente que uno se encontrará con gente que no le agrada”, precisó en marzo de 2002 cuando diario El Día efectuó una investigación periodística sobre las claves que estaban detrás de la irrupción del fenómeno Velásquez cuando se cumplió 10 años como alcalde.
Igualmente en aquella oportunidad, el edil ya tenía una opinión crítica del partido. Reconocía que al interior de su propia colectividad “han estado los peores cuchillos”. Reconocía que siempre fue mirado en menos, “me decían, cómo un ignorante puede estar ocupando cargos directivos dentro del partido.. Yo no le pasó la cuenta a nadie. A estas alturas, como ya no hallan qué decir, están ahí”.
Apoyo tranversal
Durante los 14 años al frente del municipio de Coquimbo, Velásquez ha logrado afianzar lazos tranversales, incluso con personeros de la oposición. De hecho, en la invitación al almuerzo que se efectuó ayer en su favor firmaban personeros de distintos partidos políticos como la ex alcaldesa de Adriana Peñafiel y el consejero regional, Jorge Contador, ambos de RN. Quienes concurrieron al encuentro afirmaron que el encuentro fue una muestra del liderazgo que la autoridad ostenta en la zona y que trasciende a una colectividad. No fue azaroso que estuviesen desde empresarios hasta agentes culturales y dirigentes políticos.
Sin embargo, Velásquez antes de ingresar al salón donde lo esperaban los asistentes descartó que este evento fuese interpretado como un mensaje a la directiva. “Esto no es una señal para nadie. No, esto no es algo que se hace para el partido o una directiva”.
El factor Zaldívar
La molestia e incomodidad con el Partido no es nueva. Se acrecentó con el arribo de Adolfo Zaldívar a la directiva nacional. Si bien la mesa le reconocía su poder electoral, no podía olvidar que era alcalde de una zona por donde es senador Jorge Pizarro Soto, con quien compitió en la interna en el 2002 y cercano a Soledad Alvear, quien lo derrotó en su intento por transformarse en carta presidencial el año pasado.
Se estima que el entorno de Zaldívar, no pasó por alto que el edil proclamara a Alvear como candidata presidencial en su propia comuna de Coquimbo.
Además, esta frialdad llevó a que la directiva colorina no visase una candidatura parlamentaria por algún distrito de la región. De hecho, este bloqueo fue el inicio del descontento con el partido y su cruzada para democratizar las colectividades. “Hay que democratizar las tiranías y los dictadores que existen al interior de nuestros partidos y tenemos que andar llamando por teléfono, haciendo antesala para pedirles que tomen decisiones y finalmente lo que deciden tienen que concretarlo gente de la región”, precisó en octubre de 2004.
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