sábado, noviembre 04, 2006

El muro del error...

Muro de Estados Unidos: un error de más de mil kilómetros

La ley que permite la construcción de una valla de seguridad a lo largo de buena parte de la frontera entre EEUU y México ya es una realidad, pero para muchos es el peor error del Gobierno del Presidente George W. Bush y el más negro legado de su homólogo mexicano, Vicente Fox.



JORGE RAMOS / THE NEW YORK TIMES SYNDICATE


Es increíble que en el Congreso de Estados Unidos haya tanta gente convencida de que un muro va a detener la entrada de indocumentados provenientes de México y del resto de América Latina. Es de una suprema ingenuidad.

¿De verdad creen los 80 senadores y los cientos de representantes del Congreso norteamericano, que votaron a favor de la construcción de un muro de 1.100 kilómetros, que eso va a detener a un joven con hambre?

En lugar de encontrar una verdadera solución al problema de los indocumentados, EEUU está usando la fuerza. Otra vez. El Gobierno estadounidense está enfrentando el tema de la inmigración ilegal como si fuera una guerra y no lo es. México no está en guerra contra EEUU; los inmigrantes que cruzan al norte no son de Al Qaeda.

Los congresistas, en su mayoría republicanos, que votaron a favor de la construcción del muro, no quisieron ver al largo plazo. Vieron, de manera míope, las elecciones legislativas del martes 7 de noviembre. El mensaje para los votantes era: “Miren lo que estamos haciendo, voten por nosotros”.

Pero en realidad no hicieron nada. Aprobaron, sí, 1.200 millones de dólares para un muro que no va a servir para nada. Nada. La inmigración indocumentada es como un torrente de agua; al enfrentarse a un muro se va por los lados. El medio millón de indocumentados que anualmente vienen a vivir a EEUU cruzarán, sencillamente, por donde no haya muro o donde no haya mucha vigilancia.

La gran ironía es que una buena parte del muro quizá sea construido por los propios inmigrantes indocumentados que pretende espantar.

El problema de la inmigración ilegal es económico. Mientras haya desempleados en México y empleos para ellos en EEUU, seguirán viniendo. Mientras un mexicano que gane 5 dólares al día en su país pueda ganar eso mismo en una hora en el norte, seguirán viniendo.

Cada minuto un indocumentado se cuela a EEUU. Cada minuto. Con muro o sin muro. Y eso no va a cambiar.

Si los congresistas realmente hubieran querido resolver el problema migratorio, tendrían que haber incluido dos cosas esenciales en la nueva ley: la legalización de los 12 millones de indocumentados que ya viven en ese país y visas (o un programa de trabajos) para los 500.000 que llegan cada año. Pero no quisieron. Prefirieron jugar a la politiquería, apostar a reelegirse en unas semanas y postergar la solución de la principal crisis que ha enfrentado este país después del terrorismo.


Los congresistas que votaron por aprobar la construcción de este muro dicen que es sólo el primer paso, que ya luego vendrá una “reforma migratoria total”. Pero en la política (como en la vida) es inútil tratar de controlar el futuro. Sólo cuenta lo que vivimos día a día.
VUELCO PRESIDENCIAL
Y no deja de sorprenderme el cambiazo del Presidente estadounidense George W. Bush. Fíjense. El 15 de agosto del 2001, en un discurso ante la Cámara de Comercio Hispana en Albuquerque, Nuevo Mexico, Bush dijo que “México es un amigo de EEUU, México es nuestro vecino... y por eso es tan importante para nosotros destruir las barreras y los muros que pudieran separarnos”.
Bueno, ese mismo Mandatario que hace cinco años quería destruir “las barreras y los muros” en la frontera con México, ahora las condona, las justifica y las manda construir.

¿Qué le pasó al ex gobernador de Texas que tan bien entendía a los inmigrantes? ¿Qué le pasó al candidato presidencial que enamoró el voto de los hispanos en el 2000 y el 2004? ¿Qué le pasó al Presidente que consideró alguna vez a México como el mejor amigo de EEUU?

Las buenas intenciones no sirven. Miren cómo terminó el Gobierno del Presidente mexicano, Vicente Fox. El mismo que quería gobernar para los mexicanos de ambos lados de la frontera y que centró su política exterior con EEUU en la negociación de un acuerdo migratorio, nos deja un nuevo muro en la frontera.

¿Dónde están los políticos, los embajadores, los cabilderos y los funcionarios mexicanos que tuvieron que haberse reunidos con todos y cada uno de los congresistas estadounidenses para evitar la construcción del muro? El muro es la más clara muestra de que la política exterior de México hacia EEUU terminó en un lodazal. Se va Fox y nos llega un muro.

Por donde quiera que se vea (desde México y desde EEUU) el muro es un error de 1.100 kilómetros de largo. Refleja lo peor de EEUU, la ineficiencia de los políticos mexicanos y la tragedia de los que se tienen que ir de la nación donde nacieron.

Ese nuevo muro se va a medir, también, en muertes; mientras más largo, más inmigrantes muertos habrá en la frontera. El muro es el fracaso.


(Jorge Ramos es el conductor del Noticiero Univision, que se ve en Estados Unidos y 13 países de América Latina. El periodista mexicano ha ganado varios premios Emmy y ha escrito seis libros. Recientemente, fue nombrado uno de los 25 hispanos más influyentes de EEUU por la revista “Time”.) Fuente: www.lanacion.cl del 04/11/2006

PisosBuscadorBajar ManualesAnunciosLibros Ciencia