martes, marzo 14, 2006

Hacia un nuevo paradigma caótico...

Desde 1981, Capra afirma que la humanidad vivencia la experiencia de una compleja crisis multidimensional que es definida como un punto crucial caótico.

Ante esta circunstancia, surge el estudio del caos, desde la perspectiva personal y educativa, la que tiende hacia la comprensión de la complejidad del mundo en que vivimos y sus procesos de creación e innovación. Es el gran paradigma de la ciencia del último tiempo y que constituye la esperanza de quienes hemos iniciado el proceso de concientización de nuestra propia realidad, sus potencialidades y debilidades.

Al respecto, Briggs y Peat (1999) definen al caos como “una interconexión subyacente que se manifiesta en acontecimientos aparentemente aleatorios”. Esta conducta es característica de un sistema complejo que aparece como impredecible y falsamente como aleatoria, cuando en realidad tiene un patrón subyacente: es extraordinariamente sensible a pequeños cambios en las condiciones iniciales. En el corto plazo, con una alta probabilidad de ocurrencia. En el mediano y largo plazo su dirección es errática, porque depende de pequeños cambios en múltiples condiciones iniciales, que cambian su estado en forma intrínsecamente aleatoria. Sólo existe la incertidumbre, lo que es característico de la acción humana.

La Teoría del Caos explicita que la bifurcación se produce cuando en el comportamiento de un sistema se produce un cambio radical, el cual transforma el sistema, es por ello que se afirma que se ha alcanzado un punto de bifurcación o un punto crítico como lo expresa Capra.

En la definición del caos se aceptan fundamentalmente tres propiedades características de los sistemas caóticos. En primer lugar el sistema puede mostrar comportamientos altamente desordenados, al menos bajo ciertas circunstancias; en segundo lugar, el comportamiento puede modificarse en forma drástica en respuesta a cambios pequeños en los valores iniciales de los parámetros del sistema o la elevada sensibilidad a las condiciones iniciales, y en tercero, el sistema es determinista; es decir, está regido por leyes que norman sus movimientos.

Entonces, surge el argumento más sobresaliente se puede encontrar en la tercera característica definitoria de los sistemas caóticos, es decir, que el caos está regido por leyes. Al contar con una posibilidad adicional, el comportamiento puede ser caótico, y si es así, entonces está controlado por leyes, bajo estas condiciones, tal ley es potencialmente puede ser descubierta y, así, la tarea central de la ciencia es desarrollar las leyes que subyacen en los fenómenos. Todos, ellos signos del cambio paradigmático que se estudian.

La ciencia es percibida tradicionalmente como una actividad cuyo cometido es descubrir el orden, a menudo oculto, de la naturaleza, cuya historia aparecía como una progresión inexorable hacia el saber absoluto.

En la actualidad, sin embargo, muchos científicos e investigadores se interesan por el “desorden” bajo todas sus formas, y la propia idea de elaborar una “ciencia del desorden” gana terreno. Desde hace por lo menos tres décadas, la esperanza de un conocimiento perfecto ha perdido solidez. Hoy se acepta, por ejemplo, que la incapacidad para predecir ciertos comportamientos de algunos sistemas físicos no es simple fruto de la ignorancia o de la insuficiencia de los instrumentos disponibles.

Viejas entidades antes proscritas o menospreciadas, como el azar, han vuelto con fuerza. El caos ya no es visto como una anomalía, una arruga en el mantel del universo, sino como una característica para nada excepcional que se encuentra tanto en los movimientos en el sistema solar como en los cambios climáticos, los ritmos cardíacos, la vida económica o en los procesos educativos informales.


BIBLIOGRAFIA:
Briggs, John y F. David Peat. “Seven Life Lesson of Chaos. Timeless wisdom from the science of change”. Harper Collins Publisher Inc, Nueva York, 1999.
Capra, Fritjof. “The turning point”. Ed. Simon & Schuster, New York, 1982.
Gleick, James. “Chaos: making a new science”, Editorial Seix Barral, España, 1988.
Revista Ciencia y Tecnología Nº 137: Dinámicas no lineales y comportamiento humano”. Transdisciplina: De la física a la psicología, Nov. - Dic. 1997.


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