sábado, agosto 27, 2005

SER CREATIVO

“SER CREATIVO”

ROBERTO CASTRO BONICHE

El siguiente trabajo es un análisis bibliográfico y referencia experiencial educativa del Capítulo: "Ser creativo" - Ley del vórtice, del libro “Las siete leyes del caos” de los autores John Briggs y F. David Peat (1999) y formó parte del Proyecto de Investigación Fondecyt 2003-2005: “La educación desde la teoría del caos: potencialidad de la educación y limitación de la escuela”, que coordinó el Dr. Carlos Calvo Muñoz, docente de la Universidad de La Serena.
En este Capítulo, el tema de la creatividad es tratado desde la perspectiva del caos y su nueva disciplina científica. Al hacer referencia a este nuevo enfoque, se debe tener presente que el antiguo paradigma indicaba que cuando se menciona el tema de la creatividad, generalmente se la asociaba con la creación de obras de arte o de literatura. Pero esta teoría demuestra que la creatividad está presente también en la vida diaria. De esta forma, la creatividad contempla aspectos cognitivos, afectivos y motrices en las personas, además de los factores ambientales y culturales, lo que implica una transformación de lo que se conoce y que puede tomar diversas formas, se puede llegar a nuevas conclusiones agregando, quitando o cambiando lo que se nos presenta inicialmente.
Es muy importante para los niños con necesidades educativas especiales, desde la más temprana edad, que el educador desestructure y mediatice una variedad de alternativas para resolver problemas, ya que por sus características personales, tanto biológicas o por la insuficiencia de estímulos medioambientales y del hogar, estimulando la curiosidad y la capacidad de indagación como características principales, de ahí la felicidad que se puede observar en los niños y niñas cuando son capaces de formular ideas, replantear, recrear, inventar y resolver situaciones.
La curiosidad y la exploración forman parte de la creatividad. Cuando el niño/a empieza a conocer sus juguetes está usando su curiosidad y está explorando un nuevo mundo.
En este sentido aparece la autoorganización en el mundo educativo, como el orden que precede al caos. Por ejemplo, cuando el niño logra desarmar un juguete, que constituye un problema a resolver, va a probar diferentes estrategias y formas creativas de resolución de problemas en un nivel básico, porque nadie le ha enseñado previamente como resolverlo.
Cuando no lo dejamos explorar, curiosear, preguntar, estamos restringiendo sus posibilidades de crear, limitamos sus grados de libertad, el amplio abanico de respuestas o conductas que impide ser creativo. Si le damos "la respuesta correcta", en vez de ofrecerle o posibilitarle alternativas, que puede significar mayor tiempo o esfuerzo, estamos impidiendo que encuentre más de una solución o soluciones mejores.
Si el educador sólo supone que las actividades creativas sólo son el pintar, modelar material o el leerle cuentos, se está restringiendo las posibilidades de que sean creativos, se produce una retroalimentación negativa que disminuye y restringe el rango de crecimiento personal y la búsqueda de nuevas formas de creatividad. Por lo mismo, si le está costando resolver algo y la actividad se realiza en forma dirigida o semi-dirigida, solucionándole el problema también se está limitando al niño/a, además de enseñarle con esa conducta que todo en el mundo es fácil.
Se debe considerar que la conducta creadora no es sólo el producto de una determinada forma de pensar o de un estilo de aprendizaje determinado, sino que sobre todo abarca el ámbito afectivo.
El desarrollo de la tolerancia a lo desconocido, la confianza en sí mismo y el sentido de autoestima, la capacidad de autocrítica, la afectividad, la sensibilidad y muchas otras, son factores que favorecen el comportamiento creador, en cambio, el temor a enfrentarse a situaciones nuevas, la falta de confianza en sí mismo, la baja autoestima, entre otros son factores que retroalimentan negativamente e incluso imposibilitan el desarrollo de la creatividad.
Así entonces, es muy importante que los educadores y principalmente los padres permitan preguntas a los niños, que exploren, que no les corten su curiosidad, que puedan hacer transformaciones, es decir que se les permita ser creativos.
Para ello, es útil considerar tiempo para que resuelvan problemas, que inviten ideas o cosas. Permitir la originalidad es decir, que puedan hacer o decir cosas de maneras distintas a las habituales. Por ejemplo, ¿Por qué siempre el sol debe ser amarillo o dorado?, ¿Por qué no pintar violetas amarillas?
Así mismo, la experiencia demuestra que es muy importante que tanto los educadores como los padres desarrollen la capacidad de ser flexibles ante las situaciones que propongan los niños/as cuando no se ajusten a los que se estima como correcto. En otras palabras, que dentro del orden que precede al caos educativo, considerar que no hay "una" sola solución o respuesta, sino que existen múltiples perspectivas, distintas formas de abordar y entender una misma situación y de plantear situaciones problemáticas en las cuales se le solicita a los niños y niñas su ayuda para resolverlas.
El Capítulo analizado desde la personal referencia educativa diferencial ha constituido un gran desafío para entender el texto sobre las Leyes del Caos. Ha sido un intento reflexivo que busca encontrar las posibles, probables o tal vez, múltiples respuestas a esta nueva teoría.


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