lunes, marzo 03, 2008

Desmitifican el cuento del calentamiento global...

Expertos cuestionan en Nueva York actitud alarmista ante cambio climático

"Miles de científicos, economistas y expertos en políticas públicas creen que el calentamiento es ante todo natural, y no generado por el ser humano, y que tiende a ser moderado", aseguró el presidente del Instituto Heartland, Joseph Bast.

Un centenar de expertos de diferentes ámbitos expusieron este lunes en Nueva York su escepticismo ante la alarma generada sobre el cambio climático, que consideran exagerada e interesada, y defendieron que el calentamiento global no tiene relación directa con la acción del hombre.
Bajo el título "Calentamiento Global, verdad o bulo", el Instituto Heartland, una agrupación de las conocidas como "escépticas" ante el cambio climático, organizóo una conferencia internacional hasta el martes en la que se cuestionan desde las causas del fenómeno hasta su alcance y sus consecuencias.
"Miles de científicos, economistas y expertos en políticas públicas creen que el calentamiento es ante todo natural, y no generado por el ser humano, y que tiende a ser moderado", aseguró el presidente del Instituto Heartland, Joseph Bast, al presentar la conferencia.
El público de la reunión está limitado de antemano a 500 asistentes, pese a que, según dijo Bast, las peticiones les "han desbordado".
Fred Goldberg, del Royal Institute of Technology de Estocolmo, apuntó este lunes en una de las conferencias que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por el hombre sólo representan el 1 por ciento de las que hay en la atmósfera.
Su contribución es "insignificante" si se tiene en cuenta que "anualmente el planeta regenera el 25 por ciento" del total de esas emisiones, dijo.
Además, Andrei Illarionov, el ex asesor económico del presidente ruso, Vladimir Putin, argumentó que reclamar recortes en las emisiones de CO2, "inalienables al concepto de civilización moderna", es "particularmente discriminatorio para los países de bajos ingresos".
El director del Proyecto de Responsabilidad de Recursos Naturales de Canadá, Tom Harris, fue más allá y aseguró que la limitación de emisiones "probablemente" conllevará desempleo masivo, inflación, cortes energéticos, reducción de la calidad de vida, aumento del descontento social y mayores daños medioambientales.
En las intervenciones se cuestionó también el beneficio medioambiental de la promoción de energías renovables y Dennis Avery, del Instituto Hudson, defendió por ejemplo que el desarrollo del biodiesel es nocivo para el medio ambiente.
Avery advirtió de que el precio del maíz se ha más que duplicado en tres años debido a la producción de etanol.
Para este científico, "la agricultura es la mayor intrusión humana" en la naturaleza, pues supone el 70 por ciento del consumo humano de agua y ha desplazado al 41 por ciento de las especies salvajes.
Para Julian Morris, catedrático de la Universidad de Buckingham (Reino Unido), hay que plantearse si "es moralmente defendible desviar dinero, esfuerzos humanos y otros recursos de los problemas reales que existen hoy en día y de inversiones que podrían ayudar a nuestros descendientes a adaptarse al mundo cambiante".
En su ponencia, Morris defendió que, aunque el clima esté cambiando, lo que hay que combatir son "los problemas asociados a través del crecimiento económico", ya que, a su juicio, el "ratio" de mortalidad o enfermedad vinculado a consecuencias climáticas está directamente relacionado con el grado de desarrollo de una sociedad.
Durante la primera jornada del congreso también fueron varios ponentes los que ironizaron sobre la imagen de los osos polares como icono de las víctimas del cambio climático.
Avery aseguró que en Svalbard, un archipiélago de Noruega, hay restos que demuestran que esos animales han sobrevivido a grandes calentamientos hace 9.000 y 4.000 años.
En su opinión, la deforestación que causará la imposición de biocombustibles amenaza más especies que el calentamiento del que alertan las corrientes mayoritarias.
Para Iain Murray, socio del Instituto de la Empresa Competitiva, "incluso aunque hubiera una calentamiento global y éste tuviera efectos, no sería tan importante como muchos de los problemas ya existentes, al menos hasta la década de 2080".
"Es más barato y más beneficioso en todos los aspectos solucionar los problemas actuales", según Murray, que propone eliminar las subvenciones al combustible y liberalizar los mercados eléctricos y el espacio aéreo, entre otras iniciativas.
"Esta es la primera conferencia internacional que cuestiona el alarmismo relacionado con el calentamiento global, pero no será la última, ya que pretende servir de catalizador para otras iniciativas en la misma línea", aseguró el coordinador de la conferencia y socio del Instituto Heartland, James Taylor.
EFE, vía: www.elmostrador.cl

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