miércoles, septiembre 16, 2009

A los nietos...


¿Que son los nietos?
¿Unos hijos mas…?

NOOO.

Son unos hijos duplicados.
Hay en ellos una prolongación
que es precisamente eso:
Una duplicidad en la función creadora
y en la extensión de la especie.

En los nietos se alarga la vida hacia
unos límites de amor que no se soñaron.
Los hijos fueron el testimonio.
Los nietos la confirmación.

Por eso se quieren tanto.
Por eso son el juguete espiritual
de la edad mayor.
Un nieto
es un anhelo convertido en realidad:
A él le damos los besos
que tal vez no le dimos a los hijos.
Y ellos nos dan los besos
que quizá ya nadie nos da.

Allí se reedita la juventud
y el corazón palpita vigorosamente
como sí fuera un corazón adolescente...
Con un nieto en los brazos
tenemos al hijo.

Tenemos la juventud
que se nos quiso escapar un día.
Tenemos el amor verdadero
que nada pide y todo nos da.

Es verdaderamente maravilloso
vivir esos retozos de los nietos,
sus infantilerias que nos llevan a otros mundos
y todo ese concierto de sus risas sonoras.

Con los nietos
se revive la historia del amor…
y el alma vuelve a florecer.

El hogar ya viejo,
se torna joven
y se renuevan las esperanzas.

Los nietos
son la fortuna de los años de la sensatez.

¿Que se quiere más
a los nietos que a los hijos?
Así parece,
¡PERO NO!

¡Lo que pasa es que en los nietos
se vuelve a amar a los hijos,
y se ama más la vida!
Fuente: www.powerpoints.org

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